La nueva categoría de los Oscar
Hace unos días, la Academia de Artes y Ciencias
Cinematográficas de Estados Unidos, realizó el anunció de un nuevo galardón que
se otorgará en la gala de los Oscar: mejor
película popular.
La intención al entregar este premio, es acercar el cine
comercial a la ceremonia que, según sus organizadores, se encuentra alejada del
público general y más próxima a los críticos. Además, se pretende que el acto
no supere las tres horas. Todos estos cambios vienen de cabeza tras la bajada
de audiencia que sufrieron los Oscar
2018.
No son pocos los que han manifestado su opinión con respecto
a esta medida de la academia. El escritor Louis Virtel se mofó de esta decisión alegando que espera que las
nominaciones no se decidan únicamente por la taquilla que haya realizado un
film. Manohla Dargis, destacada
crítica de cine, califica estos cambios de “patéticamente desesperados” ya que
considera que no son más que un burdo intento de recuperar la audiencia del
público general. Por su parte, Pedro J. García, también crítico de cine, opina que esto podría
interpretarse como un avance en el reconocimiento del buen cine comercial, pero
que no es más que “un premio de consolación”. Y en cierto punto, podría estar
de acuerdo con él, pero no del todo.
No es la primera vez que los Oscar varían sus condiciones
para traer este tipo de producciones. Para la gala de 2010 se realizó un cambio en
la categoría de mejor película. Se pasó de tener 5 nominadas a 10 debido a las
quejas de los fans de que El Caballero Oscuro (2008) no
hubiera sido nominada para la ceremonia anterior. Esto no habría ocurrido si no
hubiera sido por la insistencia del público.
Poco antes de los Oscars 2016, muchos especialistas se
manifestaron debido al poco reconocimiento que recibían. Impulsados por Mad
Max: furia en la carretera (2015), exigían que se incluyera una
categoría referente a su labor en las diferentes celebraciones de premios que
se suceden a lo largo del año. Esta es
una lucha que lleva muchos años en marcha, pero parece que la propuesta no
cuaja entre los directivos de la academia.
Otro tema comentado son los actores que realizan interpretaciones
a través de la técnica de captura de
movimiento. El actor Andy Serkis,
a quien recientemente se le pudo ver en Black Panther (2018), no ha sido
nominado al Oscar a mejor actor en múltiples ocasiones por haber interpretado
personajes con esta técnica. Su interpretación de Gollum en la trilogía de El Señor de los Anillos quedó para la posteridad. Su caso volvió a estar en primera fila cuando en 2011, se
metió por primera vez en la piel del primate César en El origen del planeta de los simios.
Incluso algunos de sus compañeros de reparto se quejaron de
que no fuera nominado. Una situación parecida es la que sufrió Benedict Cumberbatch tras dar vida al
dragón Smaug en la trilogía de El
Hobbit. Si tenéis un momento, buscad el vídeo de como se grabaron sus
escenas en YouTube, es una pasada.
A pesar de todo lo que queda por hacer, mi yo más optimista
cree que esta decisión de la academia es un primer paso para lograr que el cine
más destinado al entretenimiento sea reconocido y deje de estar considerado
como un trabajo de segunda. Hay mucho cine comercial que tiene una gran calidad
y que de verdad merece la pena ver.
En caso de que en la próxima gala encontremos esta nueva
categoría, nadie se sorprendería de que la cinta ganadora fuera Vengadores:
Infinity War (2018). Esta película ha supuesto un auténtico evento
cinematográfico a la altura de lo que hicieron Star Wars o El
Señor de los Anillos. Star Wars logró acercar el género de
la ciencia ficción a un público no especializado. Hasta entonces había sido un
género de nicho. Por su parte, la trilogía de ambientada en la Tierra Media, cogió el género de
fantasía y demostró lo que podía dar de si. Sin ella, puede que no tuviéramos
algo como Juego de Tronos en la actualidad.
Volviendo a Infinity War, o más bien al género
de los superhéroes, no son pocos los que desprecian este tipo de cine en la
industria de Hollywood. El propio Mel
Gibson, director y actor de Braveheart (1995), criticó la poca
consideración que estas producciones hacen sobre la violencia. En mi opinión
personal, esto es una tontería y depende únicamente de como se enfoque una
escena. Si ves El pianista (2002) comprobarás que en esa cinta la muerte se
trata de forma desagradable, algo que no quieres presenciar. Pero si pones una
película de Quentin Tarantino, se
cambia por completo el enfoque, ya que, este director apuesta por el
entretenimiento.
Pero sin más rodeos, estoy conforme con que Hollywood apueste
por el reconocimiento al cine más palomitero. Yo me divido en dos tipos de aficionado al cine. A uno le apasiona analizar cada plano, fijándose en cada minúsculo detalle que pueda aportar información extra sobre la obra. Mientras, al otro le encanta
desconectar con una buena película de acción, que le permita evadirse, pero que
aún así sea de calidad. Puede que La forma del agua (2017) ganara el Oscar a mejor película durante la última ceremonia. La vi y me gustó bastante, pero sé que el film que voy a recordar dentro de 20 años será Vengadores: Infinity War.
Todavía estamos a la espera de saber que requisitos deberán cumplir
las producciones nominadas a esta categoría. Únicamente espero que no se basen solo
en la recaudación. Lo último que quiero ver es una cinta de Michael Bay
ganando un Oscar...
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