Black Panther (review)

Black Panther (2018), dir. Ryan Coogler

A poco más de dos meses del estreno de Vengadores: Infinity War (2018), Marvel nos trae el último estreno de su fase 3 antes de volver a reunir a su equipo más emblemático, con el permiso de los X-men. El pasado 16 de febrero llegaba a la mayoría de cines de todo el mundo Black Panther (2018), dirigida por Ryan Coogler, la cinta en solitario del superhéroe de Wakanda (nación ficticia de África) al que ya vimos debutando en Capitán América: Civil War (2016).

La película transcurre poco después de los sucesos de Civil War. Tras la muerte de su padre, T’Challa (Chadwick Boseman) deberá regresar a su hogar para ocupar el trono de Wakanda y heredar la milenaria responsabilidad de enfundarse en el traje de pantera negra. Como es de esperar, el reinado del joven no empezará siendo algo tranquilo. Pronto se verá puesto a prueba, deberá demostrar que es un heredero digno, capaz de corregir los errores que su padre no pudo en vida. El principal de estos desafíos será atrapar a Ulysses Klaue (Andy Serkis) al que pudimos ver brevemente en Vengadores: la era de Ultrón (2015). Este contará con la ayuda de Killmonger (Michael B. Jordan), un misterioso joven que siente un odio profundo hacia Wakanda.

En general, he de decir que la película no estuvo mal. Está al nivel de lo que Marvel nos tiene acostumbrados, pero no se encuentra entre sus mejores trabajos. No puedo evitar tener la sensación de que se ha desaprovechado. Al principio de la cinta se nos muestra el origen de Wakanda y pantera negra, pero se hace de forma muy breve, en apenas unos cinco minutos. Me habría gustado que se diera un mayor énfasis a mostrar este lugar y a las distintas culturas que lo forman. Sí, aparecen ciertos rasgos de folclore africano, pero momentáneamente. Quitando a la tribu de los Jabari, las demás no gozan de demasiada cuota de pantalla. Tendrían que haber ofrecido algo más de contexto, pero no, todo queda en un segundo plano porque el argumento necesita avanzar. Quizás deberían haber añadido unos diez minutos más al metraje.

Una de las cosas que más me ha sorprendido son las motivaciones de uno de los villanos. Normalmente, Marvel no suele salir de la línea de “los buenos deben derrotar a los malos”. Pero aquí tocan temas como el racismo o la colonización. De nuevo, y al igual que con el tema del contexto cultural, apenas rasgan la superficie. Estas inquietudes no suelen tratarse en una película de superhéroes. Resulta un soplo de aire fresco para el género.

A partir de la fase 2, Marvel comenzó a dividir sus producciones en dos direcciones: unas bastante humorísticas, como podrían ser Guardianes de la galaxia (2014) o Spider-man: Homecoming (2017), u otras que iban por una línea más seria, como Capitán América: el soldado de invierno (2014). Black Panther entraría en este último conjunto. No os confundáis. Sigue habiendo humor, pero los chistes casi se pueden contar con los dedos de una mano.

A pesar de esto, la película es pasable. Es perfectamente disfrutable y el ritmo está bien medido. En las más de dos horas de duración, en ningún momento se hace pesada. Las escenas de acción están bien coreografiadas y resultan emocionantes. Si tienen algo negativo, es la absurda manía que lleva arrastrando este tipo de secuencias desde hace unos años: los meneos de cámara. El motivo para hacer esto es que “parece más real” pero, a mi parecer, lo único que consigue es que algunas veces no te enteres de quien está pegando a quien o incluso si un personaje más o menos relevante está herido o ha muerto.

En lo referente al tema de los villanos, ambos tienen unas motivaciones claras y bien definidas, sobretodo en el caso de Killmonger. Honestamente, su causa me parece una de las mejores que se han mostrado en el UCM. La pena es que queda eclipsado por Klaue que resulta un personaje de lo más excéntrico. Siempre que aparezca en pantalla, va a dominar el discurso.

En cuanto a la banda sonora, igual chirría un poco esa combinación de cantos tradicionales africanos y música algo más electrónica y urbana. Supongo que el motivo para hacer esto es transmitir esa fusión entre lo antiguo y lo nuevo, la tradición y el futuro, algo que queda mejor reflejado al final. Quizás habría agradecido que introdujeran de alguna forma, aunque fuera muy espontánea, la próxima entrega de los Vengadores.

Poco más que añadir, recomendada para todos los fans de Marvel. Si esperas una cinta humorística, quizás te decepcione un poco.


Me gustaría acabar con una pequeña reflexión. Las polémicas surgidas a raíz de esta película me parecen ridículas. ¿Tanto cuesta aceptar que la mayoría del reparto esté compuesto por actores afroamericanos? Obviamente va a ser un punto de atención. Hace años que no se veía una película protagonizada por actores de esta etnia. De hecho, al igual que Wonder Woman (2017) fue la primera cinta protagonizada por una superheroina en cosechar un gran éxito, Black Panther es la primera superproducción en hacer lo mismo con un actor afroamericano. Y tras el éxito de la amazona de DC, ya están previstas más películas de este género con mujeres como protagonistas. Igual pasa con la comunidad afroamericana.

¿Sabéis qué es lo peor que puede salir de aquí? Que al ver tanta diversidad el público recapacite un poco y madure…

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