Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald (review)
Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald (2018), dir. David Yates |
En 2011, el director Ridley Scott nos trajo Prometheus,
cuya premisa nos presentaba a un grupo de científicos que viajaba a un planeta
desconocido que parecía esconder el secreto del origen de la humanidad. Al
final, la película resultó ser una precuela de Alien: el octavo pasajero
(1979) también de Ridley Scott.
A grandes rasgos, Prometheus (2011) es decepcionante y
un despropósito para el canon de su saga. Unos problemas que se vieron más
agravados con Alien: Covenant (2017). Esto me hizo preguntarme hasta que
punto Scott era consciente de la mitología de una de sus obras más
emblemáticas. Pensaba que jamás ocurriría algo así con una producción basada en
el mundo de Harry Potter y menos aún con su autora detrás.
Entender porque Animales fantásticos: Los crímenes de
Grindelwald (2018) falla como película, y expansión de su universo, también
significa comprender que no todo el mundo está capacitado para ciertos
trabajos. J.K. Rowling podrá defenderse bien como escritora de novelas todo lo
que queráis pero como guionista deja bastante que desear en este largometraje.
Con Animales
fantásticos y donde encontrarlos (2016) demostró que al menos podía defenderse
en el terreno, pero no en esta ocasión.
1927. Tras los sucesos ocurridos en Nueva York, el MACUSA (Mágico Congreso de Estados
Unidos) se prepara para trasladar a Gellert
Grindelwald (Johnny Depp) a Europa para que sea juzgado por sus crímenes. Mientras
tanto, Newt Scamander (Eddie
Redmayne) será enviado a París por Albus
Dumbledore (Jude Law) para localizar y proteger a Credence (Ezra Miller) el cual sobrevivió misteriosamente y es la
pieza clave del plan de Grindelwald.
Después de una escena trepidante que abre la cinta, el ritmo
pega un bajón increíble hasta la segunda mitad. Hay una serie de subtramas, que
no podrían resultar menos interesantes, gozando de demasiada cuota de pantalla.
Algunas están demasiado estiradas haciendo que la historia avance con
dificultad. Una de ellas es tan innecesariamente confusa que en el momento de
su explicación casi tuve que ponerme a tomar apuntes.
Mientras, otras que de verdad dotan de sustancia a la trama se quedan a medio hacer. Además, tuve una sensación de repetición durante un buen rato. Recuerda demasiado a la anterior entrega. Introducen un considerable número de personajes nuevos que lo único que consiguen es que los principales no puedan desarrollarse excepto quizás en el caso de Newt. Algunos terminan siendo hasta algo decepcionantes.
Mientras, otras que de verdad dotan de sustancia a la trama se quedan a medio hacer. Además, tuve una sensación de repetición durante un buen rato. Recuerda demasiado a la anterior entrega. Introducen un considerable número de personajes nuevos que lo único que consiguen es que los principales no puedan desarrollarse excepto quizás en el caso de Newt. Algunos terminan siendo hasta algo decepcionantes.
Esperaba ver a un Grindelwald mucho más maquiavélico. No pasa
de ser un adulador hacia las masas y su primera aparición no es que sea la más
emblemática del mundo, de hecho me pareció un poco ridícula. Recordad como
presentaron a Thanos en Vengadores:
Infinity War (2018). En apenas 5 minutos los hermanos Russo nos dejaron
claro que a este tipo no se le desafía así como así. Esto no es cosa del actor
y, hasta cierto punto, ni siquiera del guion. En este aspecto, casi todo recae en
la dirección.
David Yates dirigió las cuatro últimas entregas de Harry
Potter y la primera de Animales fantásticos. No es alguien
ajeno a este mundillo. A mi parecer, no es el mejor cineasta que ha llevado las
riendas de la saga. Ahí tenemos Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004)
de Alfonso Cuarón, quien hizo un trabajo espectacular. A pesar de todo, Yates
había cumplido bien. Hasta ahora. Hay más problemas a parte de la pobre
introducción de algunos elementos. Parece que no es consciente de lo que tiene
entre manos.
Un personaje llega a su catarsis o a sus momentos más emblemáticos porque ha habido algo que le ha llevado hasta ahí. Pero no vemos ese viaje. Me refiero a que se perciba que hemos acompañado a este individuo hasta el momento crucial. Y sí, seguramente veamos el pasado de Grindelwald en futuras secuelas. Pero habiendo mostrado ciertas cosas en esta, sin haber vislumbrado su travesía, hacen que resulten momentos que en el fondo son vacíos y no significan nada.
Un personaje llega a su catarsis o a sus momentos más emblemáticos porque ha habido algo que le ha llevado hasta ahí. Pero no vemos ese viaje. Me refiero a que se perciba que hemos acompañado a este individuo hasta el momento crucial. Y sí, seguramente veamos el pasado de Grindelwald en futuras secuelas. Pero habiendo mostrado ciertas cosas en esta, sin haber vislumbrado su travesía, hacen que resulten momentos que en el fondo son vacíos y no significan nada.
La ambientación cumple bastante bien. Sin embargo, un pequeño
detalle me hizo arquear una ceja. Entiendo que al ir por el mundo muggle los magos vistan de forma que les
haga pasar desapercibidos y sé que tiene que quedar claro que todo sucede durante
la década de 1920 pero, ¿de verdad tienen qué ir por todas partes con traje?
Dumbledore parece sacado directamente de Peaky Blinders. Los únicos que dan
medianamente el pego como magos son Scamander y Grindelwald.
En cuanto a la banda sonora, no voy a comentar nada a nivel
técnico dado de que no soy ningún experto. Solo diré que me parece poco
destacable incluso en los momentos que usa el leitmotiv clásico. Se echa de menos a John Williams o a Alexander
Desplat a la batuta.
Volviendo al tema del guion, hay unos agujeros bastante
notables. Pero un problema destacable está en las licencias que Rowling se toma
con su obra. Si se pasó tantos años estableciendo unas pautas sólidas no
entiendo porque ahora le da por saltárselas. O introduce a personajes que es
imposible que estén ahí por el simple hecho de que las fechas no cuadran.
También hay demasiado fanservice para mi gusto. Por no comentar que el
desenlace del film hizo que más de una persona en la sala se llevara las manos
a la cabeza y no en el buen sentido.
Y sí, ya sabemos que Rowling es muy de dejar muchos huecos
que al final serán resueltos. Con Harry Potter fue así, todo parecía
estar planeado. Pero tras ver esta película, me cuesta mucho creerlo. Incluso
la que cada cual considere como la peor de la saga está bastante por encima de
esta.
Sé que igual algunas personas piensan que me he pasado de
quisquilloso pero, si una creadora no muestra respeto hacia su trabajo, ¿qué
respuesta puede esperar del público?
ZONA DE SPOILERS: he pensado en añadir
esta nueva sección a las reviews para poder tratar de forma más explícita
escenas o momentos determinados para gente que ya haya visto la película.
Antes he mencionado como el guion cuenta con unas cuantas
lagunas. No hay que irse muy lejos, ya que esto es algo que nos encontramos hasta en
la primera escena: la fuga de Grindelwald.
El plan del MACUSA es llevarlo en un carruaje tirado por thestrals desde América hasta Europa. Esto denota una grave falta de sentido común por parte de los personajes, o más bien de la guionista. ¿Por qué arriesgarse a llevar a Grindelwald por campo abierto cuándo podrían aparecerse, usar un traslador o polvos flu para llegar en unos segundos? Además, se supone que los seguidores de Grindelwald se concentran en Europa. Habría sido más coherente desplazarlo con alguno de esos métodos alternativos y, una vez en Europa, sus acólitos podrían haberlo liberado.
El plan del MACUSA es llevarlo en un carruaje tirado por thestrals desde América hasta Europa. Esto denota una grave falta de sentido común por parte de los personajes, o más bien de la guionista. ¿Por qué arriesgarse a llevar a Grindelwald por campo abierto cuándo podrían aparecerse, usar un traslador o polvos flu para llegar en unos segundos? Además, se supone que los seguidores de Grindelwald se concentran en Europa. Habría sido más coherente desplazarlo con alguno de esos métodos alternativos y, una vez en Europa, sus acólitos podrían haberlo liberado.
Hay más huecos. No se explica en ningún momento como se
encontraron Nagini (Claudia Kim) y
Credence. También es completamente imposible que McGonagall aparezca durante el recuerdo de Leta Lestrange (Zoë Kravitz). La trama tiene lugar en 1927 pero ese
flashback es muy anterior a aquella fecha. A parte, según el lore oficial, McGonagall no nació hasta
1935 y tampoco puede tratarse de ninguno de sus parientes.
Por si esto fuera poco, Rowling también cambia muchas reglas.
Según los libros, es imposible aparecerse o desaparecerse dentro de Hogwarts. En las películas se
estableció que el único con tal poder era el director del colegio. Sin embargo,
aquí queda claro que cualquiera puede hacerlo.
En cuanto al tema del pacto de sangre entre Grindelwald y
Dumbledore, este ya ha dejado claro que hay una posibilidad de destruirlo y así
poder enfrentarse al mago tenebroso. Pero, ¿por qué hicieron eso? Quiero decir,
¿por qué no hacer un juramento
inquebrantable? Si recordamos tal y como se explica en Harry Potter y el misterio del
príncipe (2009), si alguno de los dos integrantes rompe el trato,
morirá. Es mucho más fiable. Supongo que esto no ha sido más que una mera excusa para dejar a
Dumbledore más relegado en esta ocasión.
Sin posponerlo más: la sorpresa del final. Grindelwald revela
a Credence que es en realidad Aurelius
Dumbledore. Esto es imposible. Nunca se ha hablado de este personaje ni se
la ha insinuado en toda la saga. Hay varias teorías circulando sobre que puede
ser el sobrino de Albus o que todo sea una invención de Grindelwald para que
Credence se una a él y a su causa. Personalmente, me decanto por esta última ya
que casaría muy bien con su talante manipulador. Aunque, puede que el fénix
eche por tierra este argumento. En cualquier caso, Rowling tendrá que dar
muchas explicaciones.
Nada más que añadir.
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