El mensaje de Swiss Army Man (2016)

Swiss Army Man (2016), dir. Daniels
“El mundo llama inmorales a los libros que le explican su propia vergüenza.” Oscar Wilde

ADVERTENCIA: este post contiene spoilers de Swiss Army Man y, en menor medida, de El club de la lucha. Si no has visto ninguna de estas dos películas, y tienes intención de hacerlo, deja de leer.

¿Habéis visto Billy Elliot (2000)? En este relato se presenta a un personaje principal con un conflicto interno. Desea bailar, disfruta del baile. Pero siente que debe ocultarlo, ya que la danza no es algo que los chicos practiquen o, más bien, no va asociado a su género.

Si le comentaras a alguien la premisa de Swiss Army Man (2016) es muy probable que piense que se trata de una ida de olla enorme. Estamos hablando de una película sobre un hombre que vaga perdido por un bosque mientras carga con un cadáver que se tira pedos. Cuando Hank (Paul Dano) está a punto de suicidarse, aparece el cuerpo sin vida de Manny (Daniel Radcliffe), el cual le ayuda a escapar de una isla y llegar hasta un bosque.

Con un humor un tanto absurdo pero que resulta divertido, y una amistad para nada convencional, esta cinta puede parecer un conjunto de galimatías que no van a nada, pero que en cuanto reflexionas un poco, dotan a esta producción independiente de un gran significado.

Esta historia trata sobre aceptarse a uno mismo. Hank es alguien lleno de inseguridades y con problemas para relacionarse con los demás. Está obsesionado con Sarah (Mary Elizabeth Winstead) una chica a la que ve cada día al subir al bus para ir al trabajo. Nunca ha hablado con ella. Entonces llega Manny, quien supone un punto de inflexión. Es un cadáver real al cual le da vida la imaginación de Hank. Esto es algo que tiene que quedar claro. Si habéis visto El club de la lucha (1999), entenderéis mejor a lo que me refiero. Al final de ese film se descubría que Tyler es una proyección mental del protagonista. Representa la persona que él querría ser, un lado más oscuro, pero a la vez el que más le satisfaría. Vale que esta obra era algo más directa en el momento de manifestar sus intenciones, pero sirve para explicar el paralelismo.

Todo el tiempo los directores tratan de confundir al espectador en este aspecto: ¿Está realmente muerto o por algún extraño milagro sigue con vida?

La primera opción es la correcta. Recordad la escena en la que ambos se encuentran en el autobús de madera. Es Hank quien recuerda el nombre de Sarah. Resulta prácticamente imposible que Manny sepa su nombre. Digo más, la banda sonora son temas interpretados totalmente a capela, una prueba más que refuerza la teoría de que todo sucede en la cabeza de Hank.  Además, todo lo que Manny dice son en realidad pensamientos de Hank con los cuales se habla a si mismo. Tocan temas tabú como el sexo o la masturbación, u otros asuntos más transcendentales como la sinceridad. Temas que el protagonista jamás se ha atrevido a expresar en público.  

Más aún, hablan de las emociones. Las personas sienten la imperiosa necesidad de relacionarse unos con otros. Nadie quiere estar solo y todos necesitamos una persona en la que apoyarnos: familia, una amistad, una pareja… Hank no posee ninguno de estos vínculos. Su padre no le habla, no tiene amigos y, como ya he dicho anteriormente, nunca ha hablado con la chica de la que, al parecer, está enamorado. El apoyo para Hank es Manny, quien desarrolla sorprendentes habilidades según las que precisen en un determinado momento. De ser una fuente de agua, puede pasar a convertirse en un arma perfecta para cazar. La idea que trata de transmitir es clara: no podemos sobrevivir solos. Una vez más, volvemos a los temas tabú. Ocultamos ciertos detalles de nuestra vida a los demás por temor a ser tachados de raros. Sentimos desesperadamente que es necesario ser aceptados por los demás, lo cual nos lleva en ocasiones a ser una versión reprimida de nosotros mismos. En cuanto a la escena del beso, representa el momento en el que al fin Hank se acepta tal y como es, en su totalidad.

Y diré más. En la escena del oso se trata un asunto interesante: la esperanza. Manny se refiere a ella como un pensamiento que el cerebro genera para ayudarte a seguir, y al mismo tiempo, saca a relucir que él mismo puede que sea un mero invento de la imaginación de Hank, volviendo a hacer referencia a que todo lo que dice sale de su mente. Esa posibilidad tan remota de que todo irá bien. Nos aferramos a ella aunque sepamos lo improbable que es. Encontrar a ese alguien especial con quien pasar el resto de nuestras vidas…

Pero también, está el asunto de los pedos. Sé lo que estáis pensando: ¿qué hace este tío hablando de pedos? Puede parecer la tontería más grande mundo pero muestran mucho sobre los personajes. Tú decides aguantarlo o cuando y donde sueltas uno. Representan la libertad de decisión del individuo, algo que queda mejor reflejado en la última escena en la que Hank, mientras está siendo esposado, no se corta para nada. Por si fuera poco, expulsamos gases porque nuestro cuerpo necesita deshacerse de ellos. Hacemos algo parecido cuando hablamos con alguien para desahogarnos. Echamos de nosotros todo lo que nos hace sentir mal, nuestras preocupaciones. El propio final resulta de lo más metafórico. Manny ha cumplido su cometido, ha ayudado a Hank. Por eso se marcha. Al fin Hank se acepta y se quiere.

Antes de terminar, tengo que comentar que he encontrado una posible capa más de profundidad en todo esto, pero que quizás resulte algo rebuscado: la transexualidad. Hank es transexual. Hay pequeños detalles que llevan a pensar esto. Empecemos con el momento que inicia la película: su intento de suicidio.

Un alto porcentaje de quienes intentan suicidarse son personas transgénero. Antes de tratar de ahorcarse, y observando el estado del protagonista, parece claro que decidió huir. Siente un rechazo por parte de la sociedad. Más adelante, cuando Manny comienza a cobrar vida, Hank le explica lo que es la basura. Según la definición que le da, ambos pueden considerarse basura: dos cosas inservibles a las que nadie aprecia.

De nuevo, en la escena del autobús de madera, vemos como Hank se trasviste y se ruboriza cuando Manny le señala que le parece precioso. Aquí habría que cambiar lo que el personaje de Sarah significa. Ya no es una chica por la que supuestamente siente amor, sino admiración. No quiere estar junto a ella. Quiere ser como ella. Es el modelo de mujer que aspira a ser. Y vuelvo a hablar del beso. Hank se ve como mujer al recordar cuando enseñaba a Manny como suelen comportarse las parejas, como son las relaciones de pareja. Hay otros aspectos que cambian de significado o adquieren más sentido. Un ejemplo sería cuando el padre de Hank le dice a este lo muy avergonzado que se siente de él, puede que haciendo alusión a su condición de género.

En una entrevista a Daniel Radcliffe, le preguntaron que opinaba él sobre el significado de la película. Él destacó principalmente como la vergüenza nos hace bloquearnos emocionalmente a expresar nuestros sentimientos a los demás. Lo cual nos anula como personas.

Por todo esto, creo que es necesario que haya, y que consumamos, obras como esta. Mensajes necesarios que nos hacen reflexionar y, quizás, ser mejores personas. Bizarra, original y profunda a partes iguales.


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