Vengadores: Endgame (review)
Vengadores: Endgame (2019), dir. Anthony & Joe Russo |
ADVERTENCIA: este post NO contiene spoilers de Vengadores: Endgame pero SÍ
de Vengadores:
INFINITY WAR.
Ya
hemos pasado por esto, ¿os acordáis? Ocurrió con El Señor de los Anillos: El
retorno del rey (2003). Ocurrió con Harry Potter y las Reliquias de la Muerte:
Parte 2 (2011). Con más de una década a sus espaldas, ahora, es el
turno de Marvel. Todo viaje tiene un
final, estemos preparados o no.
Ha
pasado un año desde que millones de personas quedaron enmudecidas al presenciar
el final de Vengadores: Infinity War (2018). La desesperación invadía al
público mientras contemplaba como Thanos
eliminaba a la mitad de la población del universo, incluidos muchos de sus
héroes, con un simple chasquido de dedos.
Infinity
War fue el mayor evento cultural de los últimos años. Sería una idiotez no
incluir a su secuela en esta categoría. Estamos hablando de unas producciones
que han logrado encandilar a una cantidad de personas abrumadora y que ha
puesto a los superhéroes en el punto de mira, posicionándolos en el panorama
popular como nunca antes.
Vengadores:
Endgame (2019) nos pone de
manifiesto los momentos posteriores a la derrota de los héroes sufrida a manos
de Thanos. Los Vengadores buscarán reagruparse para diseñar un plan de contraataque
y satisfacer así el gran deseo de venganza por sus caídos.
Una
vez más, los hermanos Russo están a cargo de la dirección. No es una tarea nada
fácil la que tienen entre manos. Culminar más de 10 años de universo cinemático
de forma satisfactoria es algo que resulta aterrador. Con anteriores trabajos
como Capitán
América: Civil War (2016), no son pocas las expectativas que se tienen
en ellos. ¿Han vuelto a dar con la clave?
La
mayor diferencia que tiene esta nueva entrega con su antecesora, es que se ha
reducido considerablemente el número de protagonistas. Hay un mayor espacio
para el desarrollo de personajes. Infinity War contaba con más de 20 y, aunque
todos tuvieron uno o dos momentos destacables, el peso caía más en la
espectacularidad de la acción. En cuanto a Endgame, a pesar de ser una película
conjunta, indaga bastante en sus evoluciones y preocupaciones, sobretodo en el
caso de los seis Vengadores originales (Iron Man, Hulk, Capitán
América, Thor, Ojo de Halcón y Viuda Negra).
Aun
con todo, y aunque el comienzo es bastante intenso, la cosa se relaja hasta
pasada una hora. Esto puede parecer contraproducente. Como digo, quizás la
primera mitad del film se haga lenta, pero es necesaria para ver como han
cambiado los integrantes del grupo de un tiempo a esta parte. Además, poniendo
Infinity War en perspectiva, apenas tenía momentos en los que se parara a
respirar. La tormenta ha pasado y hasta que llegue la siguiente, toca poner las
cartas sobre la mesa. Debemos entender Infinity War y Endgame como una única
película dividida en dos partes.
Hemos
tenido muchas historias en los últimos años. Pero prácticamente en ninguna se
ha visto a unos héroes destrozados casi por completo. El haber sufrido una
derrota de tales características cala en los supervivientes. ¿Cómo afecta algo
así a unos seres tan poderosos? La culpabilidad por seguir con vida es una
constante durante la primera mitad. No llega a lo visto en Logan (2017) pero es interesante ver a Marvel dar un paso así.
Si
algo resulta realmente molesto, a mi parecer, es el descontrol con el humor. Lo
sé, no es la primera que hablo sobre esto de forma negativa. Seré sincero.
Teniendo en cuenta el desenlace de Infinity War, esperaba encontrar algo más
serio. No debería creer que de golpe y porrazo iban a cambiar el estilo. En
esta ocasión, se ha llevado a lo excesivo. No empiezas a reírte por un
comentario y ya han soltado otra chanza, o se producen situaciones que rozan lo
absurdo, provocando la risa incómoda. Sí, puede que hagan más o menos gracia,
pero fastidia demasiado que se rompa la tensión de muchos momentos de esta
forma. Parece que el estudio tiene miedo de que el público se aburra con una
escena demasiado larga en la que no haya acción ni chascarrillos. Tampoco estoy
pidiendo que esto sea un festival de la depresión. Me gustaría notar algo más
de coherencia en el comportamiento de los personajes.
Aquí
es cuando tenemos un problema que ya destaqué en Capitana Marvel (2019).
No se aprovechan demasiado los conflictos internos. Cierto, puede que se
profundice en ellos pero desgraciadamente con lo que se queda la mayoría de la
gente es con lo que le haya hecho y reír. Puedo entenderlo ya que esto es más
un problema mío que de la película en sí. Si vas al cine seguramente sea para
desconectar y pasártelo bien sin mayores preocupaciones.
Esperaba
también un tratamiento distinto en varios de los personajes que por desgracia
quedan en poco más que una anécdota. Ciertas actitudes resultan un tanto
molestas e inverosímiles en algunos momentos, una vez más, por hacer reír a la
audiencia. No quiero hablar demasiado de Thanos. El secretismo con el que ha
llevado la promoción de esta película me obliga a ir con pies de plomo para no
hacer ni el más ligero spoiler. Basta
con decir que me gustó más en la anterior entrega, a pesar de que su talante
sigue siendo un tanto similar. Además, el como trabajan con ciertos elementos
de la trama, provocan alguna que otra laguna en el guion.
Nada
de esto logra eclipsar lo que Endgame hace de maravilla. La nostalgia, la
épica, el simbolismo… En la segunda mitad del film, todo cambia. Como siempre,
el tramo final de una película de Vengadores es lo mejor. Puro espectáculo.
Diría sin duda que es el más épico y emocionante de todos. De nuevo, Marvel es
consciente de donde venimos. No pierden el tiempo contándonos cosas que ya
sabemos. Una vez se concluye la exposición del estado de los personajes, se
pasa a la acción.
Creo
que la mejor forma de definir Endgame es como un homenaje. Tenemos una historia
que habla sobre la pérdida, la esperanza y la redención. No hay apenas ningún
largometraje del UCM que no reciba alguna referencia durante las tres horas de
duración, las cuales, no se hacen para nada pesadas. Continuamente las imágenes
recalcan lazos emocionales que se han hecho entre personajes y fans a lo largo
de los años.
No
recuerdo muchas películas en las que al público se les saltara las lágrimas o
aplaudiera de forma tan efusiva según que momentos. Mis propias manos llegaron
a temblar de emoción en dos escenas. Y sí, he sido duro con algunas partes. Si
me centrara solo en eso, seguramente me parecería una entrega más y punto. De
no ser por esa emoción. Claro que podría ser mejor. Pero lo que tenemos es un
final más que digno. Una vez más: la objetividad es un mito. No importa los
fallos que le vea. Son pasables y agradecería que no estuvieran. Si una obra
logra emocionarte, te tendrá para siempre.
Lo
dije con Infinity War y vuelvo a decirlo con Endgame: estas serán las dos
películas que recordaremos dentro de 20 años. Entiendo que alguien que haya
visto todo esto desde fuera piense que no ocurrirá, que la moda de los
superhéroes pasará y caerán en el olvido.
Pero
cualquiera que haya realizado esta travesía durante los últimos 11 años y haya
llegado hasta su final, mirará atrás y no habrá olvidado.
ANEXO
Y…
¿ahora qué? Hay que dejar claro algo. Endgame no es final del UCM si no el
final de lo que el estudio ha bautizado como La saga del Infinito.
Esta, comprende todas las películas que se han estrenado desde Iron
Man (2008) hasta Vengadores: Endgame (2019). Tenemos
estrenos previstos para los próximos tres años. Solo hemos visto el fin de una
etapa.
Con
la reciente adquisición de 21st Century
Fox por parte de Disney, los
derechos de los X-Men y Los Cuatro Fantásticos han regresado
a Marvel. Cabe esperar que el
siguiente paso lógico sea introducirlos en el universo cinemático. Además,
ahora es cuando tienen la oportunidad de hacer algo distinto. ¿Quién sabe?
Quizás podrían acabar haciendo algo más maduro sin tanta saturación de humor.
De hecho, la película en solitario que hay prevista sobre la Viuda
Negra, podría tener calificación R.
Tenéis
un post en el blog en el que hablo de esto, no quiero repetirme demasiado (El cine de superhéroes).
Como
siempre, tocará esperar. Aunque mi parte más pesimista, cree que todo seguirá
hasta ahora.
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